Había optado por permanecer con los ojos cerrados, hacerme la ciega ante los cambios. No me causaba mayor estrago cuando de esa forma actuaba. Me daba la tranquilidad que tanto anhelaba y esa era suficiente razón. Encontraba inspiración en ello, me resultaba fascinante. Tanto que escribir sobre ello era como atesorarme y atesorarle. Como dejar fragmentos de mi en la tinta. Como si algún día fuese a olvidarme y esto en aquel instante fuese lo único que yo tendría para recuperarme. No quería meditarlo mucho y arruinarlo haciendo de mi y de ella algo demasiado estructurado. Tanto que llegase a carecer de sentido todo lo que yo hacia. Buscada en la noche y en el día. En la risa y en el llanto. En el más profundo de los sueños y en el insomnio. En las dudas y en las certezas. En el cielo y las estrellas. Buscaba cada día hacerlo mejor. Buscaba no sentirme insatisfecha. Como si algo le debiera a ella o alguien. Como si al irme pudiese arrepentirme de no hacerlo. Buscaba congraciarme con el hecho de ser capaz de sentirle. Ya me había acostumbrado a sus baches y malas jugadas. A sus caídas libres y sus fuertes y cariñosos abrazos. Había en algunas ocasiones deseado no tenerle pero por suerte eran pocas esas veces y se esfumaban rápido. Le estaba más bien agradecida de haberme dado tanto. De cobijarme con el amor necesario y con los dones requeridos para que cuando lo quisiese hablarle de tal forma que pudiese escucharme. Expresarle justo lo que de ella pensaba. Por supuesto, no hablaba de otra cosa que no fuese la vida. Al menos de la que yo vivía... CONTINUARÁ... Escrito por: Marlyns Valecillos [@marlynsjv] via https://ift.tt/2HUCXTQ
