Crónica: “El Poder de una Célula” 
Hoy me vine a un café para escribir esta crónica, y aquí estoy comiéndome un pedazo de un popular ponque marmoleado que me dijeron vendían y una infaltable coca cola de lata…
El ponque tiene mejor sabor que aspecto y esto me hace recordar a mi clase de hoy.
No en realidad no lo hace solo quería escribir algo que rimara con tan poético entorno que les describo. 
Puesto que esta crónica tiene una dedicatoria especial y me dijeron tenia queser concreta ps no sera muy larga lo advierto desde ya.
Alguien aquí a jugado damas chinas? No cierto? Bueno yo tampoco, alguien aquí ha hecho un Sudoku? No cierto? Y porque no lo hemos hecho? Ps porque no lo entendemos porque son extremadamente aburridos, porque no le encuentras razón de ser o de existir y también porque la vida es muy corta como para gastar tiempo en ello, asi como desatar los nudos de las bolsas en lugar de romperlas? (Se que no soy la única que lo he hecho). Por que esta introducción? Porque asi fue mi vida hoy de las 2 a las 4 de la tarde, 2 hrs tratando de entender como el color y el tamaño de la célula pueden destruir mis aspiraciones, mis sueños o mis metas, sacarme canas, darme ganas de llorar incluso y quien estuvo conmigo durante este tiempo hoy sabrá a que me refiero. Resulta entonces que mi vida gira en torno a ella y ahora mas que nunca lo comprendo, gracias células estratificadas del mundo. Tengo que volver a mi mente mas abstracta o tal vez en el peor de los casos hacer una incisión coronal en mi cráneo e insertarme un microscopio de dos lentes o en la retina para ver núcleos donde nadie los ve, cilios donde no los hay, y células caliciformes donde ni siquiera sabia que podían haber… Y si capaz el saber el color de una célula algún día me ayude a salvar a el mundo, algún día que tal vez sea hoy o mañana...