Crónica: Un tiempo...
Hay un tiempo para encontrarse con lo que fuiste y con lo que eres.
Hay un tiempo para rasgarse la piel y hay un tiempo para recuperarse.
"Hay de esos tiempos muertos", esos espacios donde parece que vivimos pero no, no vivimos; solo sobrevivimos.
Hay de esos tiempos en los que nadie ha escrito, donde no hemos sido nosotros, donde no hemos sentido; solo sobrevivido.
Hay de esos tiempos donde hemos decidido no mostrarnos, donde hemos preferido guardarnos, guardarnos tanto que hemos olvidado que era aquello que hemos guardado.
Es un grito encerrado...
Tenemos de esos tiempos y tenemos este tiempo y esos tiempos para encontrarse y para reencontrarse porque; esta escrito.
Tenemos de esos tiempos para pensarnos, para amarnos y para odiarnos.
Y en medio de la noche entre uno y otro insomnio vernos en lo aun no guardado.
Tenemos este tiempo para divisar lo que hemos y no hemos hecho, para en medio de la opresión que aprieta, amarra y atropella el corazón encontrarnos, reencontrarnos, vernos y escribirnos, escribirnos uno que otro verso.
Versos que gritan la verdad detrás del sentimiento de lo vivido y lo no vivido.
Pero también hay este tiempo para elegir un camino que seguir y un tiempo para seguir ese camino.
Hay un tiempo para entender que hay sentimientos destinados a vivirse y otros destinados a no vivirse nunca.
Quizás en medio de ese insomnio, de ese grito, de ese llanto, de ese desazón mañanero, quizás en medio de este tiempo entre el pasado y el presente encontrar nuevos sentimientos para vivir y para vivirnos.
Hay tiempos en los que marcharse no es irse, no al menos para los sentimientos.
Hay tiempos es los que alejarse no es olvidarse.
Pero también hay tiempos en los que amar no es amarse.
Y tal vez esta este tiempo en el que te encuentras aprendiendo de lo vivido, de lo sentido pero sobre todo de los no que han ocurrido.
¿Y ya para que?
Aprender sobre si mismo es siempre una buena razón para ser y para vivir.
Encontrarnos, reencontrarnos, vernos y escribirnos versos no es una razón para vivirnos y tampoco una razón para amarnos.
Un eco atrapado, un grito en un vacío profundo...
Hay un tiempo, un espacio vacío en el que abundan las razones y se toman decisiones, quebrantan el amor y desfallecer a la presión; no es una buena razón, no es una razón en absoluto, pero es una acción. Y también una decisión.
Por ello hay un tiempo para pensarnos, para encontrarnos, vivirnos y reencontrarnos pero no hay espacio de tiempo para amarnos porque se esfumo entre la razón y la decisión.
Hubo un tiempo visto por todos y por nadie en el que un grito y un eco murieron de amor, un tiempo de los que he escrito aquí...
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