lunes, 3 de septiembre de 2018

#ElDiariodeValeryMisclallons September 03, 2018 at 07:15PM


Hoy es de esos días realmente complicados de vivir, me despierto y lo primero en lo que pienso es que aunque nunca he estado embriagada así debe sentirse. Me palpitan ambas cienes y la migraña si fuese una persona y tuviese ojos parece haberlos abierto con fuerza a través de los míos. No sé como sobreviví a otra noche sin servicio eléctrico, 16 horas y contando cuando empecé con el post. Se nos va haciendo costumbre el dormir a oscuras acompañados de unos 34°C como mínimo. Si pusiese mis conocimientos en práctica podría concluir que estoy deshidratada y que el aura nauseosa que además siento no da tregua. En segundo lugar vienen a mi mente los quehaceres del día, sé que aunque quisiese no puedo posponerles porque son el único camino que nos llevarán lejos. En estos días trato de salir de casa y no meditarlo demasiado para que no tenga lugar en mi el pesimismo o el desgano. Así que he sacado las fuerzas y me he dispuesto a andar no se muy bien como. Pero no he llegado muy lejos cuando al cruzar la esquina un grupo de personas entre 60 y 80 años cerraron la calle reclamando el pago de su pensión porque se están muriendo de hambre. Me pasan por la mente muchas y a la final ninguna palabra consigo para describir lo que sentí al verles, en todos veo reflejado a mi padre, mi viejo. Recordé como hace un par de días un señor se acercaba a nosotros y nos comentaba que la "Chicha" que estaba tomándose en ese momento eran su único alimento en tres días. Respiré profundo y seguí andando sin poder describir como eso me hizo sentir tampoco. Por eso justo ahora cuando al fin mi mente ha logrado la cuota de paz necesaria puedo sentarme en mi sitio favorito para escribir en mi casa y agradecer por tenerle para despejarme de todo aquello que nos enturbia y nos aleja de los propósitos, aquello que nos hace ver todo lejano e imposible. No le resulta fácil a nadie cuando el hambre y la decidía de un pueblo como este te aprisiona hasta quitarme el aire. Pero como ya les decía el otro día no hay otra forma que no sea aferrarse a algo, a la última bocanada de aire y sobre todo a los sueños, esos que aún nos quedan, esos que cada día nos hacen abrir los ojos y enfrentarlo. via https://ift.tt/2PYwxG5

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